Passer au contenu principal

Laxaþjóð | A Salmon Nation

Notre relation avec la nature ne définit pas seulement notre histoire, elle façonne aussi notre avenir. Pourtant, sous la surface des fjords islandais, une méthode industrielle d'élevage de poissons menace de détruire l'une des dernières régions sauvages d'Europe. Laxaþjóð | A Salmon Nation raconte l'histoire d'un pays entre terre et mer et le pouvoir d'une communauté pour protéger les lieux et les animaux sauvages qui ont contribué à forger son identité.

En savoir plus

Informations sur la livraison

Nous nous efforçons de traiter et d'expédier les commandes sous 1 à 2 jours ouvrés (du lundi au vendredi, hors jours fériés). Nous vous prions de choisir si possible la livraison standard pour réduire notre impact sur l'environnement. Si vous avez des questions sur votre commande, vous pouvez contacter notre Service client pour plus d'informations.

En savoir plus

Retours

Vous n'êtes pas sûr(e) de la taille ? Vous n'arrivez pas à vous décider entre les vestes ? Notre service client est là pour vous aider. Moins il y a d'envois inutiles, mieux c'est. Nous n'avons pas de limite de temps pour les retours et acceptons les produits de la saison en cours et de la saison précédente.

Fonctionnement des retours Commencer votre retour Service clients

S'abonner

Inscrivez-vous pour recevoir des informations sur les produits, les histoires originales, la sensibilisation à l'activisme, les événements et autres.

La última colina

Max Hammer  /  19 févr. 2019  /  2 min de lecture  /  Ski/snowboard

Eric Pollard picks a nice spot to chill. Virginia Lakes, California. Photo: Andrew Miller

Éramos ciclistas de sillón, versados en kilómetros por hora, no kilómetros por día.

Después de siete días pedaleando para esquiar, necesitábamos un día de descanso. Unas termas eran obligatorias. Recordábamos un atajo a las piscinas de Green Church, que era 14,5 kilómetros más corto que el camino por la carretera. Atajos, en caminos de tierra llenos de baches profundos sobre bicicletas cargadas con equipo de esquí y camping, no siempre son atajos.

Nuestro día de descanso se convirtió en un paseo de siete horas.

Llegamos a las termas con la puesta de sol, pero la promesa de aguas sanadoras fue destruida por bañeras llenas de personas, cuyos veloces automóviles habían derrotado a nuestros sustitutos de acero. Encontramos un descanso al lado de un Subaru llamado “Bill Murray” y nos pusimos a comer, por los días previos y los que venían por delante.

Queríamos ver el escenario más simple que no muchos ven, la vista desde el sillín. Quería reenfocar mi aproximación al esquí. Equipo, engranajes, comida, agua y la voluntad de seguir pedaleando, en lugar de empacar todo en el carro y conducir al comienzo del sendero. Empezamos en bicicleta desde Reno, Nevada, y pedaleamos hasta la base de la Sierra, cargados con equipo de esquí y snowboard, listos para hacer cumbres y bajar líneas con nuestro propio esfuerzo. Pedaleamos a través de vientos que nos azotaron de un lado a otro, cuestas interminables, caminos que nos estremecieron; y esquiamos hielo, nieve primavera y todo lo que hay entremedio. Hicimos todo el recorrido hasta la cima del Mount Whitney, el pico más alto en los 48 estados contiguos.

Estábamos tan cansados que otros esquiadores nos ganaban en la subida a las cumbres y bajaban por las líneas que teníamos en la mira. Vergonzante al principio, esta realidad se convirtió en un motivo de orgullo, en la medida que reconocíamos la razón del peso en nuestras piernas cansadas: cientos de kilómetros en bicicleta. Empezamos a marcar cada bajada como un primer descenso, porque la aproximación había comenzado en mi cada (y estaba seguro de que nadie más había pedaleado a la Sierra Oriental desde ahí). Las bicicletas nos habían hecho más lentos, enfriado nuestros espíritus competitivos y permitido que nos riéramos de nosotros mismos mientras luchábamos, a través del delirio y la fatiga, para llevar a cabo lo que para muchos de nosotros es parte del día a día: subir una colina y bajarla esquiando.

Pedalear para experimentar un lugar desde una perspectiva diferente, más lenta, no es nuevo. Pero al final de nuestro periplo en sillín por la Sierra, entendimos lo que otros antes que nosotros probablemente descubrieron: La bicicleta te cansa en el corto plazo, pero te rejuvenece con el tiempo.

Esta historia apareció originalmente en el November 2017 Patagonia catalog.

Nous garantissons tous les produits que nous fabriquons.

Voir la Garantie Ironclad

Nous assumons la responsabilité de notre impact.

Découvrez notre empreinte carbone

Nous soutenons l'activisme de terrain.

Consulter Patagonia Action Works

Nous faisons durer votre équipement.

Consulter Worn Wear

Nous reversons nos bénéfices à la planète.

Lire notre engagement
Recherches fréquentes